La microdermoabrasión o punta de diamante es un tratamiento no invasivo y una de las soluciones de belleza más actuales, y sobre todo hoy en día, debido al uso de las mascarillas, razón por la cual muchas mujeres (y también hombres) se animan a probarlo.
Es un procedimiento indoloro y nada agresivo, en ocasiones puede provocar un leve enrojecimiento que desaparece horas más tarde. Se realiza con la ayuda de pequeños cristales de diamante para exfoliar la piel con un arrastre suave, controlado y uniforme, que conlleva una mejora de la elasticidad y el tono de la misma.
Este micropeeling, va exfoliando la piel con distintas intensidades, extrayendo las células muertas y puliendo de forma gradual dejándola libre de impurezas, produciendo una regeneración celular lo cual contribuye a que la piel quede más suave, tersa, limpia y saludable, dando como resultado un mejor aspecto.
Es el complemento imprescindible para cualquier tratamiento facial, porque limpia y prepara la piel, haciéndola más permeable, y así aumenten al máximo los resultados. Se puede realizar en todo el cuerpo, incluso en pacientes con pieles sensibles o que presentan alergias a los diferentes tipos de ácidos.